El arte detrás del micrófono: las voces del Semillero Creativo de Radio en Cuauhtémoc, Chihuahua
Acompañar y orientar las reflexiones de niñas, niños y jóvenes es también una forma de cuidar, construir espacios seguros e impulsarles a expresarse y compartir con sus pares. Esta labor la llevan a cabo docentes y promotores en los Semilleros Creativos de todo el país.
En Cuauhtémoc, Chihuahua, desde la creación del Semillero Creativo de Radio en 2022, estos procesos también han permitido transformaciones en las y los participantes. Hablar de manera consciente frente a un micrófono para decir lo que se piensa ha fortalecido la seguridad en niñas, niños y jóvenes que, en un principio, mostraban timidez y que, con el tiempo, entendieron que hacer radio es convertirse en líderes de opinión.
Según explica Ariadne, docente del Semillero, la radio destaca como el medio de comunicación más influyente en el municipio. Estar detrás de un micrófono, sostiene, invita a comprender la responsabilidad de lo que se va a transmitir. Este aspecto debe quedar claro, especialmente en tiempos en los que las plataformas digitales facilitan la circulación de opiniones, discursos e ideas que pueden incitar al odio o generar desinformación sobre temas relevantes. Por eso, una de las primeras cosas que se aprende dentro del Semillero es a realizar contenidos a través de un guion.
El inicio de este aprendizaje comienza con una lluvia de ideas a partir de los temas que se trabajan anualmente en Semilleros y también, alrededor de las inquietudes propuestas por niñas, niños y jóvenes. Posteriormente, se da un contexto general sobre las temáticas y se crea un círculo de diálogo donde se anotan las premisas a desarrollar, las dudas y las reflexiones que necesitan investigación para profundizar en ellas. De este diálogo, las y los integrantes del Semillero se organizan para escribir el guion y para efectuar la producción y postproducción de sus proyectos radiofónicos.
En el municipio de Cuauhtémoc, cualquier evento público y cultural es una motivación para realizar entrevistas. Niñez y juventudes que forman parte del Semillero están familiarizadas con la elaboración de preguntas que tienen como intención dialogar con personas que integran la comunidad: escritoras, mujeres que pertenecen a los pueblos originarios, personas dedicadas a la agricultura, locutores importantes de la ciudad, raperos, funcionarias de cultura, etc. De esta manera, niñas, niños y jóvenes, que tienen entre 10 y 17 años, demuestran su capacidad crítica, su curiosidad, su inteligencia y posicionan al Semillero de Radio como un espacio importante en su territorio.
Cápsulas radiofónicas, transmisiones en vivo, cuentos dramatizados, radionovelas, rap, stop motion y colaboraciones con diversas estaciones de radio del país son algunos de sus trabajos en los que es evidente las horas que han dedicado a aprender. "Para ser un buen locutor se necesita no tener vergüenza delante de la gente, no decir información falsa ni mentiras. Seguir el guion para no equivocarse. ¿Por qué es importante ser locutor? Para aprender e informar, sensibilizar a las personas y enamorar con nuestra voz", reflexionan colectivamente en una de sus cápsulas.
En 2022, Fernanda, una joven de 13 años del Semillero Creativo de Radio en Cuauhtémoc, Chihuahua, colaboró con el programa 'Nativ@ D', transmitido por el Instituto Mexicano de la Radio.
En la cápsula realizada para este programa, ella escribió un pequeño guion donde hablaba de su proceso de duelo, del acoso escolar que vivió en su escuela y de la importancia de acudir con profesionales de salud mental para salir adelante. Para esta participación, cuenta Ariadne, la joven tuvo la confianza de llevar el guion al Semillero y trabajarlo ahí. Una acción que demuestra cómo el arte de comunicar puede ir de lo personal a lo general para conectar con la audiencia y tocar temas relevantes para la juventud. Y de qué manera, un espacio seguro posibilita este tipo de reflexiones.
Trabajar con niñas y niños que están en la pubertad y con jóvenes, comenta Ariadne, es apasionante por el tipo de debates e ideas que pueden tener. La autonomía que caracteriza esta etapa, la búsqueda de identidad y la voz propia se hace presente en las conversaciones y en las inquietudes que las y los integrantes del Semillero desean explorar. La violencia de género, la salud mental, los deportes, los videojuegos son parte de los horizontes temáticos que abordan cuando es posible. Y de los que, próximamente, desean hacer un pódcast.
El Semillero, subraya Ariadne, es un espacio que vale la pena defender y cuidar por los efectos que hay en cada semilla que llega. Entender que cada niña, niño y joven es una vida que puede transformarse de manera positiva es lo que ayuda a sostener este lugar, donde cada proyecto es una oportunidad para vincularse a través del aprendizaje.