Una historia que trasciende: Convite Cultural en Guanajuato
La primera vez que estuve en territorio fue un jueves. Acompañada de Francisco Olmos, mi compañero encargado de producción; Alexa Chacón y Juan Carlos, de Semilleros Creativos de Irapuato, Guanajuato, realizamos la difusión con un pequeño desfile de tres carros y una motocicleta. Con música y un pequeño espectáculo de títeres invitamos a todas las personas de las comunidades Lucio Cabañas, Ernesto Che Guevara, Villas de San Cayetano y Apatzingán a ser parte de los Convites Culturales y Semilleros Creativos en la ciudad.
Entregamos flyers, dulces, y con entusiasmo invitamos a todas y todos. Fue muy significativo para mí ver los rostros de las niñas y los niños con quienes compartiría muchas anécdotas, actividades, juegos y aprendizaje mutuos. Ese día esperaba que fuera el inicio de una nueva etapa de mi vida en la que pudiera ejercer mi carrera en desarrollo y gestión interculturales y llevar cultura a las zonas marginadas de mi ciudad. La cultura es un derecho al que cualquiera debe acceder y gozar.
Cuando comenzamos con el desfile las personas iban saliendo de sus casas, se asomaban por las ventanas y, poco a poco, diversos individuos se acercaron y nos pidieron que les diéramos más detalles acerca de las actividades que realizaríamos. Aquella escena se convirtió en un momento de alegría, pues ese primer día nos mostraron que nos iban a recibir y que Convites Culturales tendría un público especial que tenía ganas de aprender, divertirse y empaparse de todos los temas que pudiéramos compartirles.
Personalmente, para mí fue un día lleno de nuevas cosas: nuevas personas y una oportunidad de poder hacer lo que me apasiona y ejercer mi carrera. Durante mi formación yo tenía la negativa de hacer trabajo comunitario, pero comenzar a trabajar en Secretaría de Cultura me enseñó a reconocer las necesidades de mi ciudad, ayudar, brindar mis conocimientos y empaparme de los saberes culturales que las colonias de Irapuato tenían y tienen para ofrecer. Es simbólico recordar este primer día, pues no solo fue el inicio de mi trabajo nuevo: fue darme la oportunidad de conocer y aprender de nuevas personas e identificar las diversas formas en que podemos hacer la diferencia.
Desde el primer día de difusión, y al paso de cada jornada del Convite Cultural "Guanajuato, historia que trasciende", me he dado la oportunidad de conocer, aprender, esforzarme, enseñar y, sobre todo, de disfrutar de las diversas expresiones culturales que hay; valorar los saberes y pensamientos de las comunidades; comprender el porqué de muchas acciones; y enforcarme en lograr una valorización de la cultura.
Me acuerdo de una jornada que se realizó en el Parque Lucio Cabañas donde yo me encargué de dar una actividad conmemorativa por el 8 de marzo. Acompañada de niñas, mamás y jóvenes tuve la oportunidad de explicar la importancia de dicha fecha para que conocieran un poco de la historia y el movimiento feminista, y para que supieran que la lucha es de todas las mujeres.
La actividad constaba en hacer una carta a su niña interior o a la mujer que aspiraban ser en un futuro, con la finalidad de que reconocieran e identificaran el valor que tienen y la importancia de su vida e integridad para la comunidad. Fue muy simbólico para mí. Este recuerdo es algo que tengo muy presente porque me rodeó de mujeres fuertes, niñas extraordinarias y me dio la oportunidad de ser parte de este grupo que hemos construido cada semana, en el que valoramos y respetamos a todas y todos.
La unión de grupo que caracteriza a este Convite es algo reconfortante y, sobre todo, lo es la gran amistad que se ha ido construyendo.
Camila Vallejo, agente cultural