Botica: milpa y huerto comunitario, Convite cultural en Jilotepec, Veracruz
En el Convite cultural Botica: milpa y huerto comunitario en Jilotepec, Veracruz, las y los participantes que han asistido desde 2021 bromean con la idea de que, durante estos años, han instaurado tres tradiciones: el altar de muertos dedicado al médico Cesáreo Cambambia, los retos colectivos para realizar en las áreas verdes de la sede y contar historias del municipio al calor de una fogata.
Este programa de Cultura Comunitaria tiene lugar en una asociación civil llamada 'Somos Jilotepec', situada junto al monte, y ha acogido actividades artísticas y culturales durante años gracias a la iniciativa de Cesáreo Cambambia, médico local que estableció una estrecha relación con los habitantes. Tras su fallecimiento, la asociación continuó su labor impulsando actividades como el Convite cultural.
La primera emisión se centró en las historias locales, reflejando el compromiso de la asociación civil en la promoción de la identidad y la historia cultural del municipio. A través de conversaciones con los asistentes, los agentes culturales e Isabel Ceballos, programadora de este Convite, descubrieron un relato recurrente con numerosas variaciones: la aparición de 'Juan del monte' en forma de duende o chaneque el 24 de junio, conocido como Día de San Juan. Este personaje se manifiesta a aquellos que han estado en el monte y, según el trato recibido, puede jugar travesuras o tener consecuencias más significativas, como perderse en el camino durante años. Estas historias similares, también llamadas 'encantos', aparecen en cada fogata convocada por el Convite.
De manera lúdica y a través de diversas estrategias como narraciones escénicas, recorridos en el monte y convivios, los participantes del Convite se relacionan y recuperan algo de la tranquilidad que experimentaban antes de la llegada de la urbanización a la localidad. Dedicados ahora, en su mayoría, a profesiones y oficios que desarrollan en la ciudad de Xalapa, quienes habitan Jilotepec asisten al Convite cultural durante sus días de descanso y reconocen sus propios saberes. El año pasado, además de explorar el tema de la milpa, se descubrieron creadores audiovisuales al realizar un cortometraje que fue seleccionado en el Festival Itinerante de Cine Comunitario de la Tierra en su edición de 2022.
La contemplación y observación del paisaje, el diálogo en torno a la flora y fauna del cerro en los recorridos realizados desde 2021, la memoria del médico Cesáreo Cambambia y las sesiones dedicadas a librar el estrés del trabajo cotidiano encauzaron este año en actividades dedicadas a la conversación sobre las plantas locales, la botánica como impulso creador y amplias prácticas de cuidado y autocuidado.
De la mano de César Cambambia, quien continuó la labor de su padre en la comunidad a través de la asociación y este año como agente cultural a través del Convite, los participantes llevan a cabo labores como el reconocimiento de la siembra, la creación de semilleros o excursiones al cerro donde cuidan e identifican las plantas. "¿Cuál es esta planta?", "¿cómo la siembras?", "¿qué uso le das o cómo la consumes?", son algunas de las preguntas que sirven para abrir camino a una investigación creativa donde la pintura, la fotografía, el dibujo, entre otras expresiones plásticas, ayudan a profundizar en la contemplación. A través del estampado botánico, el arte textil y la herbolaria local, se dialoga en torno a las prácticas tradicionales de salud y buen vivir.
Con el apoyo de Fernando Fernández y ejercicios de expresión corporal y escénica, los participantes permiten abrir su escucha para reparar en lo que dicen, lo que saben y lo que pueden construir colectivamente. En palabras de Isabel Ceballos: "Se trata de una sensibilización hacia las plantas que se complementa con los saberes de quienes asisten a las sesiones".
Estas exploraciones escénicas han abierto incluso, en emisiones anteriores, la posibilidad de imaginar una vocación. Tal es el caso de un joven que, después de integrarse durante varias sesiones al Convite, comenzó a pensar en dedicarse a alguna labor relacionada con el arte, pues las actividades, sobre todo las de expresión corporal, le abrieron un horizonte hasta entonces desconocido.
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El domingo 3 de diciembre, los participantes del Convite cultural pudieron realizar la Fiesta Convitera, un evento que recoge, a manera de festejo y convivencia, las creaciones, trabajos, reflexiones que surgieron a lo largo de las jornadas. En medio de inclemencias atmosféricas, los asistentes fueron llegando para presentar lo cosechado.
Finalmente, la Asamblea Convitera fue la actividad para hablar acerca de la percepción del Convite, realizar algunas sugerencias y pensar las temáticas para abordar el siguiente año. Aunque esta actividad generalmente se realiza en otros momentos, programadores y agentes culturales lo llevaron a cabo para recoger todas las voces posibles.
Posteriormente, se realizó una ceremonia donde se guardó una cápsula del tiempo. Las personas pudieron escribir en hojas sus pensamientos y depositar objetos personales y fotografías de las actividades del Convite cultural para dar cuenta, el próximo año, de la transformación del programa y quienes asisten.
Dejar una impronta en una comunidad es una labor que requiere tiempo, explica Isabel Ceballos. Aun cuando un programa como el Convite cultural se realice en un espacio como la asociación civil 'Somos Jilotepec' que tiene una historia con las personas de la comunidad, es necesario que las intervenciones artísticas y culturales se sostengan a través del tiempo.
En estos tres años de Convite cultural, algunos participantes han crecido junto al programa; otros han ido y regresado para encontrarse con las nuevas personas que van llegando. Cada año supone retos distintos, pero el tiempo da también la certeza de que algo del trabajo en y para la comunidad queda presente. Tal como las hojas de los árboles impresas en el herbario que se exhibieron durante la Fiesta y que recogen los saberes que, colectivamente, fueron recolectando en el Convite.