Entrada: Fiesta de colores
Pie de foto: Convite cultural "Nuestro punto de encuentro" en El Jobo, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Foto: Miriam Linares.

Fiesta de colores

Carta de una jornada del Convite cultural “Nuestro punto de encuentro” 

A quien leyere:

¡Hola! Le saludamos con especial afecto.

Escribimos esta carta para platicarle de una jornada del Convite cultural "Nuestro punto de encuentro" que realizamos todos los viernes en El Jobo, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y en donde, tenemos por costumbre sumergirnos en las aguas profundas de la pintura, la escultura, la música y la poesía y el juego; también en la imitación, la reflexión, el trabajo colectivo en son de júbilo y la imaginación libre para crear y construir un espacio de paz y convivencia con niñas, niños, adolescentes, jóvenes, personas adultas y adultas mayores que gustosas asisten a la cartelera que ofrecemos en el Convite.

Aquella tarde fue típica de Tuxtla, imagine usted aquel paisaje: tropical, caluroso, húmedo, apurado, festivo y aunque el centro de la ciudad es a veces sofocante, agrio, turbulento, al sur de la capital, nos reunimos bajo la sombra de los árboles que cubren la pequeña biblioteca que está justo a la entrada de la pintoresca colonia de El Jobo. Si por estos lados algún día viene, verá cómo dormitan plácidos los perros frente a la agencia municipal, si camina un poco escuchará el lento arrullo de la fresca brisa que navega en parsimonia y si por el lado del parque pasa, las pelotas que suenan como tambores heridos resonarán en sus oídos, en el quiosco notará la sombra de las parejas que se esconden para besarse lejos de las curiosas miradas y en las iglesias las enramas escalan las paredes, como si la ofrenda quisiera alcanzar el cielo, las mujeres que atienden los locales hierven los elotes y preparan los dulces, y en la biblioteca, si acaso se detiene un momento, encontrará muy buenos títulos y verá el mural de un árbol de jobo que pintamos el año pasado. 

Era 3 abril (uno que sí engendró las lilas), era la jornada número 3 (de 30), habíamos pensado en una actividad donde fomentáramos la experiencia de la pintura a través de explorar emociones y sentimientos, por eso, junto a Luvia, nuestra agente cultural, decidimos hacer una jornada donde pintáramos como lo hiciera aquel famoso pintor norteamericano Jackson Pollock, ¿lo recuerda?, sí, el pintor de grandes lienzos coloridos, sin aparente forma o composición y cuyas pinturas (más de 500), formaban encrucijadas laberínticas y compactas con su técnica de chorreo.

A las 5 de la tarde principiamos siempre las actividades y aquel día estábamos allí junto a las mujeres que llegan con sus hijas e hijos o sobrinos, también las muy queridas abuelitas que dicen solo acompañar a sus nietas, pero ya entusiasmadas “le jimban bien galán”, las niñas que de la mano de su padre llegan con francas y frescas sonrisas, otra niña que quiere ser bailarina y algunas otras enfermeras, doctoras, veterinarias, artistas; el niño que juega con la tierra, construye castillos y aspira al ejército, la mujer que llega a reinventar su infancia, las familias que asisten a convivir o desestresarse y otras más que forman un mar de risas que contagia el parque.

Ese día fue así: en una pieza de papel estraza habíamos dibujado la silueta de El Jobo, les invitamos dibujaran en él, entonces dijeron:

—Aquí en el centro estamos en la biblioteca Maximiano Pérez Sánchez …

—De este lado está la tiendita, frente al parque…

—Por acá el ciber donde está la señora brava…

—De este lado me gustarían más árboles…

—Aquí está la que vende pozol, ojalá hubiera…

—Aquí hay un árbol que da muchas frutas…

—Al pueblo lo cruzará un limpio río lleno de peces dorados

—La secundaria debería estar por acá, es grande…

—Pongamos aquí el asilo, les gusta que vayamos a verlos y jugar con ellos…

—De este lado está donde venden la birria, está chida…

—Se necesitan más juegos para los chiquis…

—En la salidita hay un botanero…

—Aquí está mi escuela...

—Nosotras vivimos por acá, algo lejos…

—La iglesia está de este lado, en mayo es la fiesta de San Isidro…

—Allá a lo lejos está donde corren los caballos, se pone alegre…

—Este camino lleva a San Miguel y pa'la derecha rumbo a Piedra Santa

—Por la entradita hay un vivero, allí vive mi tía…

—La carretera que nos lleva a Suchiapa está bien cerca, por acá…

—La casa de doña Amparito, donde hicimos la quema de barro del otro día, ¿se acuerdan…?, debería de estar por acá,

—Hasta allá está Copoya, decile la maestra que dibuje el Cristo

Al terminar el mapa, les contamos, como si de un cuento se tratase, algo de la vida y obra de Pollock, con fotos y videos les mostramos cómo pintaba y luego les pedimos imitaran la técnica en cinco bastidores que nombramos así: Ira, Desagrado, Tristeza, Paz y Amor. Por equipos primero e individualmente después chorrearon los bastidores con botecitos de pintura llenos de colores primarios.

¡Qué gran fiesta de colores! La fuerza o suavidad del trazo dependía de cómo expresaran la emoción indicada, hubo quienes fueron minuciosos, leves como pluma al aire, otros más como ciervos desbocados, había quienes dudaban en el trazo, se tomaban el tiempo para pensar y cuestionaban la emoción, pero otras personas chorreaban de forma casi instintiva al escuchar el nombre del bastidor. También hubo quienes intervinieron más el mapa que dibujamos al principio y otros optaron por crear algo totalmente distinto. 

La noche se había asomado cuando terminamos y manos y mejillas entintadas había por toda la biblioteca, juntamos los cuadros resultantes de aquella cromática explosión y les preguntamos qué les había parecido la actividad, nos dijeron que se habían divertido, que desconocían la posibilidad de experimentar con la pintura de esta forma, que el arte también es emoción y sentimiento.

  Y bueno, hasta aquí es todo cuanto recordamos, y no queremos despedirnos sin antes extenderle una cordial invitación a nuestro Convite, venga usted, aquí lo esperamos con toda su familia, los viernes, en El Jobo, en la biblioteca a lado del parque, a la izquierda de la agencia municipal y detrás del Centro de Salud, a las 5 de la tarde, le aseguramos que disfrutarán de las actividades, por lo pronto le dejamos unas fotografías de aquella inolvidable jornada y nos despedimos deseándole mucha salud, buenaventura, paz, alegría, fortuna.

 

Fraternalmente:

Tania, Miriam y Julio

 

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 14 de junio de 2022

 

                  Foto: Miriam Linares     

 

               Foto: Miriam Linares