Semillero Creativo de Grabado en Coatepec, Veracruz: el taller del pueblo

En el Semillero Creativo de Grabado en Coatepec existe un interés enorme de parte de sus participantes por aprender más sobre el grabado, conocer trucos, saber cómo realizar mejor sus creaciones. En un principio, a la mayoría les cuesta desarrollarse, se sienten nerviosos y nerviosas por cómo se comportarán los demás o como será estar ahí. Eso le ha pasado a cada integrante.

La persona que camina hacia el Semillero Creativo de Grabado en Coatepec, Veracruz, siempre pasa por panaderías, florerías, escuelas. Conforme se acerca más al taller, encuentra muchas expendedoras de café con un olor muy rico en las calles. En ocasiones, el tráfico es demasiado abrumador y el ruido también.

A un lado se encuentra el famoso Cerro de la culebra, cerca tenemos el parque Miguel Hidalgo donde siempre hay gente que va con sus familias para pasar la tarde y distraerse un rato. A un lado está la parada de autobuses. Por último, y no menos importante, tenemos cerca la iglesia de la virgen de Guadalupe, hermosísimo lugar y muy visitado por turistas.

Al entrar al Centro Cultural de Coatepec siempre hay que saludar al guardia en turno y a las personas que trabajan en el recinto. En el centro del lugar hay una fuente que no funciona (sería más bonito verla activa) rodeada de un pequeño jardín, y un árbol al que apenas le están creciendo nuevamente sus hojas, pues hace un año fueron recortadas y nos dio mucha tristeza verlo así.

Me acuerdo del primer Tiempo de cosecha donde tuvimos como público a padres, madres, abuelitas, abuelitos, hermanas, hermanos y pudieron contemplar el trabajo realizado por sus niñas, niños y jóvenes; del primer momento en el que le enseñé a Lisa a imprimir e inmediatamente ella quiso usar el rodillo y hacer todo por su cuenta;  de cuando me notificaron de que nuestro Semillero fue seleccionado para realizar parte de la escenografía para el evento Tengo un Sueño, darles la noticia en el Semillero, y ver sus reacciones; de las veces que jugamos fútbol con un balón que llevaron y que, de ahí, Jhonatan entró a un equipo para aprender más.

Me acuerdo cuando dibujamos con los ojos cerrados en el taller sin luz y creamos personajes increíbles sin saber qué nos encontraríamos.

Actualmente ambos grupos, infantil y juvenil, tienen un lazo muy bonito. Hemos logrado generar una amistad muy fuerte y visible, siempre se nota la nobleza en cada integrante, y las alegrías no faltan dentro de nuestras actividades.

Niñas, niños y jóvenes ya operan solos el Semillero.

Ha costado un poco de tiempo hacerles comprender el uso de las herramientas, sin embargo, es de notar que el amor que le tienen al grabado va más allá de crear algo desde su persona. Considero, más bien, que lo que les llena a ambos grupos es formar parte de una comunidad, de esta comunidad. Trabajar en equipo y, por supuesto, tener proyectos y temáticas que abordar para realizar grabados y miles de dibujos.

Si el Semillero fuera una ciudad fantástica, diría lo siguiente:

En Koatl existe siempre un espacio para formar parte de su comunidad, y un sinfín de herramientas para aportar algo a la sociedad; la colaboración es un elemento muy distinguido en ese lugar. Ahí, yace un aroma de café merodeando como si fuera un ser invisible que recorre cada rincón, y un observador que vigila y protege a sus aldeanos. Existe una serpiente gigante de tinta negra que deambula por las noches protegiendo a todo el pueblo; es pesada y ágil al mismo tiempo.

Este pueblo nació en el primer momento donde un ser decidió dejar gubias, una prensa y tintas de grabado para crear el legado de una ciudad que pasaría a llamarse “El taller del pueblo”.

Es un lugar donde quien entra por sus puertas encontrará un ambiente de conocimiento y formas increíbles de expresarse; conocerá los secretos de la impresión en distintos formatos y soportes para llevar sus creaciones y compartirlas con todo el mundo.

En esa ciudad existe un lema: “el arte es para todos”.

Gabriel Iván Hernández García, docente del Semillero Creativo de Grabado en Coatepec, Veracruz